Cuento B2+

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Pistas de lectura

Este autor se caracteriza por la crítica y la sátira que encierran sus textos. Lee con atención e identifica los pasajes donde la ironía predomina.

Palabras nuevas

abrojos: sufrimientos o dificultades.

aislado: solo, incomunicado.

celo religioso: el cuidado y el interés activo que se pone en la labor religiosa.

condescender: acceder a hacer algo que normalmente no se aceptaría.

conferir: otorgar, dar, atribuir.

chorrear: se dice de un líquido que se desborda y cae en cantidades importantes (fr. dégouliner)

desdén: indiferencia y menosprecio.

distante: lejano, remoto.

eminencia: altura o elevación que conceden las cualidades.

impasible: imperturbable.

incredulidad: que no se cree en lo que se dice o sucede.

inflexión: elevación o atenuación que se hace con la voz, pasando de un tono a otro.

labor redentora: tarea, misión de evangelización de los pueblos americanos.

prisa: necesidad o deseo de hacer algo rápidamente.

recitar: pronunciar o decir de memoria y en voz alta algún texto o discurso.

sí mismo: hace referencia a la misma persona de la que se habla (fr. soi-même).

temor: miedo (fr.peur).

vehemente: con mucha fuerza.

El eclipse

de Augusto Monterroso

Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.

Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.

Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.

Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.

-Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.

Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.

Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.

Comenta

¿Qué te pareció este cuento? ¿Te sorprendió el final?

En mi opinión, es un texto que a través de la ironía, nos permite cuestionarnos sobre la visión del otro.

¿Qué piensas tú? ¿Hay algo que decir sobre la visión que tuvo o tiene occidente sobre los pueblos originarios de América?

Cuéntamelo en los comentarios, me interesa conocer tu opinión.

Laura

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